Son muchos los proyectos en los que necesitamos alimentar tecnología de manera autónoma. Pueden ser cámaras de videovigilancia, lectores de huella digital, iluminación y, en general, cualquier dispositivo con el que necesitemos recabar datos y no podamos – o no nos interese – alimentar desde una toma de corriente de 12V.
Estas baterías denominadas «powerbanks» son las que conocemos para recargar los teléfonos móviles; la diferencia entre esas baterías de bajo coste y las que son para exteriores, también conocidas como rugerizadas, es que podemos tenerlas al aire libre sin peligro de que se dañen, además de que pueden disponer no sólo de salidas de 5V (para smartphones, por ejemplo), sino también de 12V, para poder alimentar portátiles, cámaras de videovigilancia o, en general, cualquier tipo de aparato que pueda ser conectada a corriente eléctrica.
De hecho, algunos dispositivos de este tipo tienen potencia suficiente como para arrancar las baterías de los coches más potentes.
En cuanto a la autonomía de las mismas, tenemos baterías en el rango desde los 1200mAh, que pueden alimentar un dispositivo que consuma 4W durante un par de horas, hasta baterías de 50.000mAh, que nos permitirá no tener que recargarla durante varios días…Si bien hay varios factores que influyen en la duración de la misma.
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